Les quiero contar como ha sido mi proceso de pérdida de peso, que no resultó nada fácil pero tampoco tan complicado.
He bajado 27 Kg en casi 3 meses. El procedimiento que yo me realicé fue la manga gástrica, mediante laparoscopía: es una cirugía muy sencilla y muy rápida, puedo decir que soy una de las afortunadas que no ha sufrido mucho en hacérsela. Consiste en que tu estómago es reducido aproximadamente en un 75% (te recortan 2/3 y te lo sacan). Si una persona obesa tenía un órgano del tamaño de una pelota de fútbol americano, ahora tendrá una reducción del estómago como si fuera una pelotita de tennis.
Para poder realizarla, el médico efectúa 5 incisiones en las que introducen el material con unas camaritas y ya por dentro comienzan a cortar el estómago. Por una de estas incisiones, retiran la parte del estómago seccionado. A la vez que van cortándolo, el estómago es suturado.
El precio de la manga gástrica varía muchísimo según el lugar. Aquí en Estados Unidos es carísimo, está por los cielos. Es una cantidad en la que ni siquiera quiero pensar… estamos hablando de varios miles de dólares. El precio de mi cirugía fue de 55 mil pesos mexicanos con impuestos incluidos.
Decidí viajar a la ciudad de Guadalajara para hacérmela. En principio me la quería realizar en Tijuana para luego volver a mi casa en Las Vegas, pero sinceramente, en este periodo de decisión, un familiar mío se realizó la operación en Guadalajara y debido a su experiencia, los resultados y los comentarios sobre los profesionales que la trataron, decidí hacérmela ahí.
Empecé a investigar, me puse en contacto con la coordinadora que llevaría mi caso. Esta fue una de las mejores decisiones de mi vida.
Al momento de empezar con el proceso pre-operatorio tuve que seguir una dieta para tratar el hígado graso. Para quienes no lo saben, el hígado es uno de los órganos más delicados que tenemos en el cuerpo, entonces sangra con facilidad. Para que no haya hemorragias ni ninguna complicación, te recomiendan esa dieta, pero también con el objetivo de acostumbrarte a la forma que deberás alimentarte después de la operación.
Esa fue la única preparación física, es decir, debí dejar de lado las tortillas, los lácteos, la comida de origen animal, salvo pollo y pescado. No puedo decir que seguí una dieta super estricta porque conozco casos de gente que hace una dieta de líquidos con bastante anticipación a la cirugía, pero comencé a alimentarme de forma más saludable.
Con esta dieta perdí 3 Kg, lo cual estuvo bastante bien porque yo no era capaz de bajar una sola libra. A nivel psicológico no requerí de ninguna preparación especial porque sabía que si bien podría atravesar momentos difíciles, todo era por mi salud y de esa forma me mentalicé.
En cuanto al post-operatorio, recibí una licencia de 21 días, pero en mi caso a las dos semanas ya estaba sintiéndome pronta para volver. Hay gente que ya en una semana se recupera, pero para mi era imposible porque trabajo en un restaurante y a diario paso de pie unas 8-9 hs. Pero en el caso de un administrativo que puede pasar toda la jornada sentado, no tendría problema en reintegrarse de forma inmediata.
La vida me cambió completamente, mi autoestima está más alta, me gusta la imagen que me devuelve el espejo y me siento inundada de felicidad.