Los testimonios de la manga gástrica son importantes y muy demandados en Internet, especialmente por el público que prefiere informarse sobre la cirugía, escuchando o leyendo datos de relevancia de los propios protagonistas que atravesaron esta situación.
En los testimonios que presentamos en este sitio hay una gran variedad de percepciones, desde pacientes que sufrieron bastante la intervención y el post-operatorio, hasta otros que apenas sintieron estos procesos y están felices con haber atravesado la cirugía de manga gástrica.
A continuación, dejaremos un testimonio extraído de Youtube y varios links hacia páginas de este sitio con otras experiencias personales que brindan material valioso e iluminan las posibles dudas de muchos futuros paciente, especialmente, coincidiendo en que la operación fue una de las decisiones más satisfactorias que hayan tomado en su vida.
Primer testimonio: “Sobrepeso, obesidad y manga gástrica: experiencia personal”
“Yo desde chica he tenido problemas con la obesidad, vengo de una familia en la que todo se celebra con comida, todas las fiestas son alrededor de la comida y además, somos un grupo muy numeroso.
Desde chica con todas estas salidas, el sobrepeso ha sido un problema para mí. Siempre fui la gordita del curso y también me desarrollé primero. Toda la parte deportiva del colegio nunca se me dio porque era un trauma tener que correr, moverme, siempre llegaba última de las carreras, era pésima en todos los deportes.
Con el paso del tiempo adelgacé bastante porque comencé a hacer más actividades y a cuidarme más. A los 14 años cumplía con las dietas, pero no estuvo bueno porque me moría de hambre siendo tan chica.
El problema es que con el tiempo uno se va dejando y si además, en el fondo no hay un hábito de vida, se puede engordar nuevamente y fue lo que me pasó a mí. Más adelante tomé pastillas para adelgazar que resultaron muy dañinas a nivel cardio-vascular y otras que de nuevo me hicieron adelgazar. El estrés también fue un factor que me hizo perder peso, pero como era lógico, esto no fue definitivo. Subía, bajaba, subía, bajaba una y otra vez. Así estuve hasta casi terminada la universidad.
Cuando empecé a trabajar bajé (llegué a unos 70 Kg) pero luego me dejé estar y engordé. Hasta que llegó un momento en que los demás -mi entorno- empezaron a preocuparse por mi peso. Mis papás, mi novio… yo estaba en los 90 Kg un valor que nunca había tenido en mi vida y que era mucho para mi edad y para mi estatura (mido 1m.65).
Así llegó un momento en el que tuve que decidir cómo cuidarme. Yo me quería operar pero no podía por mi situación económica. Mis padres resolvieron darme apoyo para que no siguiera postergando la operación y así comencé las consultas. Tuve que ir al kinesiólogo, nutricionista, cirujano, otra consulta con la enfermera, gastar plata en exámenes, en la alimentación para después de la cirugía, en la cirugía misma.
Tuve que hacer dieta antes de la manga gástrica, me costó bastante, también ejercicio físico, todo requirió de una preparación y un sacrificio enorme.
En el día de la operación me desperté con mucho dolor, sangré muchísimo, fue super incómodo y estuve muerta de frío. Después me vino un mareo horrible, ganas de vomitar. La recuperación fue bastante fea.
Tuve que caminar abundante para deshinchar las piernas, movilizarme y consumir una dieta de líquidos. Estuve internada tres días y dos noches. Ya en casa tomé lácteos, yogur, té, agua, debí hidratarme continuamente. En los primeros 5 meses vomité casi siempre que comía. Recién ahora bajaron los vómitos y suceden en caso de que me pase con la comida. En la dieta se deben consumir muchas proteínas: pollo, verduras, papilla, todo proporcionado.
Con el tiempo, el cuerpo va adquiriendo tolerancia, la dieta adiciona más carne pero magra sin grasa, nada picante ni muy fuerte (no determinadas verduras, ni muchas frituras, grasas o ciertos condimentos como la mostaza, en mi caso).
Lo importante es hidratarse mucho, porque resulta fácil deshidratarse ocasionando mareos y fatiga. También hacer ejercicio porque se pierde masa muscular con la reducción de peso.
Ahora tolero menos algunas comidas como los fideos, el arroz o la mayonesa. Mi vida es muy restrictiva y debí cambiar el cerebro en cuanto a la alimentación. Por otra parte, me quedaron algunas cicatrices en el vientre. En síntesis, bajé en total 30Kg (de 92 a 62Kg) e invierto bastante presupuesto en los nuevos alimentos.
Es un esfuerzo monetario, mental, psicológico, físico, que requiere apoyo de la familia. Así que intenten bajar de forma natural y sólo si no hay otra alternativa, recurran a la manga gástrica”
También podrás acceder a otros testimonios de interés, con información muy variada en este sitio, haciendo clic en los siguientes enlaces:
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